1/5. Desigualdades sociales antes y durante la Segunda República (1931-1936)
La proclamación de la Segunda República
El 12 de abril de 1931 se convocaron unas elecciones municipales que fueron tomadas como prueba de que la sociedad rechazaba la monarquía. Los partidos republicanos fueron los claros vencedores en las grandes ciudades y capitales de provincia, por lo que dos días después el Rey se vio en la obligación de abandonar el país. Se había proclamado la Segunda República española. Una nueva revolución de esperanza en el futuro invadió todo el estado.
La situación de la agricultura y la reforma agraria
Casi la mitad de la población trabajaba en el sector primario. Uno de los mayores problemas sociales era la gran masa de campesinos sin tierra que existía en buena parte del estado. Para tratar de solventarlo, el Gobierno trató de realizar una reforma agraria que consistía en expropiar las tierras a los grandes propietarios y entregarla a jornaleros y campesinos sin recursos ni medios de subsistencia. Esta reforma chocó de frente con los intereses de la aristocracia y los grandes terratenientes, totalmente reacios a esta reforma.
Los proyectos educativos de la Segunda República
Otro de los avances por los que apostó el nuevo Estado republicano fue el de potenciar la educación, creando en apenas un año más de 10.000 escuelas en todo el Estado. La República promovió una educación pública, obligatoria, laica y mixta, fuera cual fuera su clase social, y convirtió a los maestros en una parte esencial de la sociedad. Las tasas de analfabetismo bajaron del 40 al 25% a lo largo de la Segunda República.
Jesús Pueyo Maisterra (1921-2012) y Emilio Monzó Torrijo (1920-2018) fueron estudiantes durante la Segunda República
La lucha por el sufragio universal
Las mujeres votaron por primera vez en España en las elecciones de noviembre de 1933. Tras diversos intentos desde mediados del s. XIX, el debate para la concesión del voto a las mujeres entraría en el Parlamento con la aprobación de la Constitución de 1931. El debate se centraría en las posiciones defendidas, entre otras, por Clara Campoamor –favorable al derecho al voto de las mujeres– y Victoria Kent –quien creía que todavía no estaban preparadas –. La posición de Clara Campoamor acabó convenciendo y fue aprobado el sufragio universal.
Alejandra Soler Gilabert (1913-2017) fue una militante activa en las campañas a favor de la aprobación del voto femenino
Bienio negro: represión y contrarreformas del gobierno de derechas
En las elecciones generales de noviembre de 1933 vencieron los partidos conservadores, que gobernaron durante dos años. Como eran partidarios de que las élites mantuvieran sus privilegios, revocaron la mayor parte de los avances conseguidos hasta entonces. La reforma agraria fue paralizada; los estatutos de autonomía de Euskadi o Galicia, demorados; la reforma militar, modificada; y el clero, volvería a obtener recursos del Estado. Todo ello provocó un clima social extremadamente tenso, con dos intentos revolucionarios en diciembre de 1933 –por el anarquismo– y octubre de 1934 – por el socialismo–.
Antonio Nieves Ferreiro (1913-2019) era aviador del ejército en el momento durante la Revolución de 1934 en Asturias. Se negó a bombardear a la población y por eso fue procesado y encarcelado.
La victoria del Frente Popular
Los partidos y sindicatos de izquierdas lograron reorganizarse, uniéndose en una coalición que se llamó Frente Popular. Fueron los más votados en las elecciones generales de febrero de 1936 y empezaron a gobernar. Retomaron las reformas pendientes y los avances en materia social, como la reforma agraria o la importancia de los sindicatos obreros en la mejora de las condiciones de vida de estos. Recuperaron el poder en los ayuntamientos y se continuó adelante con el proceso autonomista en Catalunya, Euskadi y Galicia.
Alejandra Soler Gilabert (1913-2017) fue una de las principales oradoras del Frente Popular en las campañas de las elecciones de 1936.
El trato a las minorías religiosas, culturales y sexuales/de género
Podemos considerar la Segunda República como uno de los momentos de mayor avance social de nuestra historia. España se convirtió por primera vez en un estado laico, sin religión oficial, lo que permitió la libertad de culto.
En la cultura se desarrolló una de las generaciones más prolífica de nuestra historia en diversos aspectos. Pintura, poesía, arquitectura, escultura y muy diversas expresiones artísticas vivieron un momento de apogeo con epicentro en la Residencia de Estudiantes y la Residencia de Señoritas, ambas en Madrid, donde se formarán personas como Salvador Dalí, Federico García Lorca, Luis Buñuel, María Zambrano o María Teresa León.
Supuso también un primer avance en cuanto a la libertad sexual, ya que las personas dejaron de ser perseguidas legalmente por su orientación sexual, aunque con ello no se eliminó la homofobia ni la discriminación.
Carmen Arrojo Maroto (1918-2017) y Emilio Monzó Torrijo (1920-2018) eran dos jóvenes estudiantes y militantes durante la Segunda República