5/5. ¿Democracia?
La Transición española (1977-1982)
El dictador Francisco Franco murió en el Hospital de La Paz de Madrid el 20 de noviembre de 1975, a los 82 años. A partir de ese momento, comenzó lo que se ha llamado Transición hacia la Democracia, un proceso que tendría algunos hitos como la aprobación, en 1978, de la actual constitución española. Este proceso se alargó hasta la victoria electoral del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), liderado por Felipe González, en octubre de 1982. Mientras tanto, sectores vinculados con la antigua dictadura militar trataron de romper este proceso de transición hacia la democracia, y protagonizaron un golpe de Estado el 23 de febrero de 1981, cuando un grupo de guardias civiles asaltaron, armados, el Congreso de los Diputados.
Julia Merino Rodríguez (1934), que fue hija de represaliados y vivió con un tío oculto en casa durante años, recuerda lo que más valoró de la llegada de la Transición.
Las consecuencias de la Ley de Amnistía
Una de las reformas legislativas más polémicas que se dieron en esos años fue la de la Ley de Amnistía, que se aprobó en octubre de 1977. Supuestamente, esta ley servía para sacar de las cárceles a las miles de personas que todavía permanecían recluidas por motivos políticos. Pero en realidad la Ley sirvió para perpetuar y tratar de silenciar el pasado de violencia que se había vivido en España desde los años 30 del siglo XX. Con esa amnistía se pretendió firmar un pacto de silencio, olvidar lo que había ocurrido, dejando así de lado a las familias de las cientos de miles de víctimas que había provocado la represión y la Dictadura.
El exiliado e hijo de represaliado Darío Rivas Cando (1920-2019) y el preso político Marcos Ana (1920-2016) opinan sobre la aprobación de la Ley de Amnistía durante la Transición.
Primeras luchas sociales de reconocimiento: derogación de leyes franquistas y legalización de asociaciones, sindicatos y partidos políticos
Donde sí se produjo un importante avance durante la Transición fue en la multiplicación de las luchas en favor de beneficios sociales de todo tipo. Así, de manera paulatina, se fue dotando al Estado de una legislación democrática y eliminando buena parte de las leyes de la Dictadura. Una de las más importantes fue la Ley para la Reforma Política de enero de 1977, gracias a la cual fueron legalizados la mayor parte de los partidos políticos que, hasta entonces, se consideraban clandestinos -los más importantes, el Partido Comunista Español (PCE) y el PSOE-.
También fueron legalizados, a partir de ese momento, los sindicatos de clase, las asociaciones vecinales o de barrio y la vida asociativa, que renació con la Transición. Todo este proceso supuso un notable avance en cuestiones de igualdad y mejora de las condiciones de vida de muchas minorías, que habían sido oprimidas por la Dictadura.
Armand de Fluvià i Escorsa (1931) fue uno de los fundadores de la primera organización por los derechos de las personas homosexuales en España, que consiguieron legalizar en 1980.
Memoria histórica: las fosas comunes del franquismo
Una de las grandes lagunas de la Transición fue el trato hacia las víctimas de la Dictadura, tratando de dejar en el olvido a quienes fueron asesinados por defender la legalidad republicana.
Sin embargo, a partir del año 2000 se retomó el proceso para recuperar a las miles de víctimas en todo el país por parte de sus familias, organizadas como un movimiento social. Estas asociaciones consiguieron generar dos leyes y un debate público que continuó avanzando en el conocimiento de los hechos ocurridos a partir de julio de 1936.
En algunas de estas fosas se encontraron restos de unas pocas personas; otras albergaban cientos de cuerpos. Abrirlas ha significado que sus familiares han podido encontrarlos, recuperar sus restos y saber cómo murieron. Hasta el año 2023 se han abierto más de 700 fosas en España y se han recuperado los restos de más de 9.000 personas. Se calcula que todavía se podrían recuperar más de 20.000, lo que solamente representa un 25% de las personas que sufrieron un proceso de desaparición forzada.
Jovita Fernández Fernández (1927), Eugenia Aparicio Manso (1921-2011) y Conchita Viera Nevado (1933) son familiares de personas represaliadas que han luchado durante años por recuperar sus cuerpos. De las tres, solo Conchita Viera ha podido a su padre, alcalde durante la Segunda República, tras una larga lucha administrativa. Junto a él, aparecieron los restos de 47 personas más, que fueron enterradas en cal viva.
La pérdida de la memoria en España. Memoria histórica en otros países
Todo este fenómeno, que en España se ha desarrollado a lo largo del nuevo siglo, es un debate muy vivo y muy presente en diferentes partes del mundo. Por ejemplo, en Europa se desarrolló tras el final de la Segunda Guerra Mundial; en Latinoamérica, en los años 90 del pasado siglo; en algunos países asiáticos también se continúa avanzando en el conocimiento de las violaciones de derechos humanos cometidos en las dictaduras de cada lugar. Muchos de estos lugares han conseguido reconstruir su pasado mucho mejor que España.
Adelina Antuña Suárez (1917-2016), Marcos Ana (1920-2016) y Esperanza Martínez García (1927) opinan sobre la falta de memoria histórica en España.
¿Qué queda del franquismo en la actualidad?
Aunque no lo parezca, el franquismo y la Dictadura siguen presentes en nuestra sociedad. Muchas de las grandes empresas españolas se enriquecieron con el trabajo esclavo de miles de presos y presas. Aún existen símbolos y placas que se siguen conservando en buena parte de ciudades del país y leyes, partidos políticos o asociaciones que reclaman una vuelta a la Dictadura.
Marcos Ana (1920-2016), Carmen Arrojo Maroto (1918-2017) y el juez Enrique Álvarez Cruz (1924-2017) opinan que el franquismo sigue vivo en la actualidad.
¿Podríamos volver a vivir una guerra?
Hoy en día sería prácticamente imposible volver a vivir una guerra similar a la pasada guerra civil. El avance de la tecnología y el individualismo tan presente en nuestra sociedad provocarían una guerra totalmente diferente a la que vivieron nuestros bisabuelos. Pero, a pesar de ello, nunca estaremos a salvo de vivir un nuevo conflicto armado. Países como Siria, Afganistán, Sudán, Palestina o Ucrania son protagonistas actuales de guerras duraderas. ¿Qué piensas tú que podemos hacer para que esto no vuelva a suceder?
Gaspar García García (1914-2012) fue soldado del ejército franquista.